Mundos Freakticios

Cine y literatura con un puntillo freak.

6/21/2006

La piel fría

Proclamar que "La piel fría", del catalán Albert Sánchez Piñol, es la mejor obra de género española de todos los tiempos puede ser una buena estrategia comercial, pero sin duda pone a la novela en el compromiso de estar a la altura de tan grandilocuente elogio. Mucho me temo que, estando bien, tampoco hay para tanto. Hay que reconocerle sus méritos: haberse abierto camino, primero a través de los cauces generalistas (consiguió el premio Ojo Crítico de narrativa española), y luego construyendo tirada tras tirada su impresionante volumen de ventas, pero todo ello no es suficiente como para lanzar las campanas al vuelo y perdonarle sus defectos (que los tiene).

Su argumento puede resumirse en muy pocas líneas: Un ex-activista irlandés llega a una insignificante isla, cercana al círculo polar antártico, para ocuparse de una estación metereológica. Lo que desconoce es que la islita es objeto de continuos ataques por parte de hordas de monstruos marinos. Su única esperanza de sobrevivir es refugiarse en un faro, aunque para ello tenga que mantener una precaria convivencia con su predecesor que, por decirlo de forma suave, es un poco inestable. Como se puede comprobar, nada nuevo bajo el sol (vamos, cambiamos los monstruosos anfibios por zombies y todos hemos visto la película varias veces).
El punto fuerte (y débil) de la novela es su estilo, premeditadamente anticuado. La narración en primera persona del protagonista (con prolijas descripciones de sus procesos intelectuales) es muy decimonónica, con todas las virtudes y defectos que ello conlleva (en especial para los gustos modernos). Se ha comparado "La piel fría" con la obra de Lovecraft, aunque a decir verdad, si quitamos de la ecuación a los "carasapo" (que recuerdan ineludiblemente a los profundos del maestro de Providence), poco hay en estilo y estructura que sustente esta comparación. Cabría encontrar referentes más bien en la obra de Verne ("El faro del fin del mundo" viene en seguida a la mente), aunque la narración fluye más según los modelos de los escritores británicos de finales del XIX, principios del XX (es decir, a un ritmo lento hasta la desesperación y con multitud de embrolladas, y a la postre huecas, elucubraciones).

Contaba que esta característica era tanto una virtud como un defecto. Lo primero por conferirle exotismo, siempre que se esté dispuesto a seguir el juego a ciertas reflexiones que no tienen demasiado sentido, lo segundo porque es una apuesta arriesgada de mantener y, en mi opinión, hacia la segunda mitad de la novela el autor es incapaz de mantener la ficción de que quien nos está relatando los hechos posee una mentalidad acorde con la época y con sus primeros discursos.

Sin embargo, lo que en mi opinión la descalifica por completo para aspirar al trono de mejor novela de género española es que, en última instancia, no cuenta nada. Muchos ataques de monstruos, mucha locura, mucho sexo bizarro (que no falte, aunque desentona con la ambientación), pero acaba y no sabemos absolutamente nada. De los monstruos, pese a la confesada intención de ejemplarizarlos como el enemigo desconocido que tras su apariencia esconde cierta humanidad, acabamos sabiendo poco más que al principio, y lo mismo puede decirse del protagonista y del farero (Battis Caffó, nada menos). El caso más grave es el del "héroe". Se nos cuenta en un flashback su substrato, que sólo sirve para darle un poco de colorido al personaje y explicar por qué posee determinados conocimientos, y después vivimos prácticamente en su cabeza, asistiendo a sus debates internos, sin que cambie de forma apreciable su personalidad, hasta el final, cuando todo se precipita y se fuerza una conclusión en falso, que podría tildarse de giro inteligente, aunque yo prefiero considerarla anticlimática.

Pese a todo esto, he de confesar que se lee con razonable facilidad. Quitando un par de metáforas excesivas, y si no aborreces el estilo (a mí no me hace muy feliz), constituye una buena lectura (aunque se detectan un par de errores de traducción; el idioma original de escritura es el catalán). Lástima del final, que deja tan frío como la susodicha piel.

2 Comments:

Blogger Frikihippy said...

Jejeje... bueno, yo no me he leído el libro todavía... pero no dudes que lo haré =) Mi impresión inicial es que no has enfocado el libro desde la perspectiva más acertada para poder hacer una valoración. Pero reconozco que mis impresiones del libro son vagas.

Solo es la impresión que me da el haber tenido el libro durante meses en mi mesita mientras mi chica lo traducía (del catalán al búlgaro, sí :P). En todo caso, sé de una que tiene ganas de pillarte para hablar de ello, jejeje ;) Yo cuando lo lea!

7/11/2006 3:35 PM  
Anonymous Anonymous said...

Leetelo otra vez, creo que no has entendido nada...

4/06/2012 11:48 AM  

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